20 de mayo de 2013

Madhava-tithi, la madre del prema-bhakti


Sri Srimad Bhaktivedanta Narayana Gosvami Maharaja

(Febrero del 1997 en Murwillumbah, Australia)


 Hoy es Ekadasi-vrata, y creo que la mayoría de ustedes lo están siguiendo correctamente. Seguir el voto completo del ayuno de Ekadasi, tal como lo hizo Maharaja Ambarisa, es muy difícil. Debemos intentarlo, pero estamos bajo la influencia de la presente era de Kali-yuga.

   Maharaja Ambarisa vivió en Satya-yuga y era tan fuerte que podía ayunar todo un año, sin dormir, parado sobre una sola pierna, incluso sin beber agua y sin respirar. En Kali-yuga no somos ni tan fuertes ni tan avanzados, pero sí somos muy afortunados. Chaitanya Mahaprabhu explicó que cuando sentimos hambre en Ekadasi, podemos tomar fruta, zumo o leche. No debemos constantemente ingerir alimentos: ahora un litro de un zumo, a la media hora otro zumo diferente, media hora más tarde patatas hervidas y otras verduras, luego un gran vaso de agua, medio kilo de panir (requesón) con azúcar y otro medio kilo de rabari (dulce de leche).
  Hay que comer solo lo necesario para mantener alejados el sueño y la pereza. Permaneciendo despiertos durante el día y la noche de Ekadasi, debemos cantar y recordar a Krishna, al igual que lo hizo Ambarisa. Él era emperador del mundo entero y externamente parecía un hombre casado y enredado en asuntos materiales. Durvasa Muni era un brahmán y un yogi autorealizado; un brahmarsi (sabio), un brahmavadi, y un poderoso impersonalista. Su poder era tan grande, que podía maldecir a un hombre para que muriera y también podía hacerlo resucitar. Tenía un alto concepto de sí mismo y creía ser el hombre más poderoso del mundo. "Nací en una familia brahmánica dentro de la dinastía Sankara (Siva) —pensaba—. Soy una manifestación de Sankara, el hijo de Atri y de Anasuya, dos vaisnavas uttamas muy eruditos, Mis padres dieron muchas instrucciones a Sita-devi, quien es Laksmi en persona, cuando Ella y Rama les visitaron en su casa." Sin embargo, Durvasa Muni nunca siguió el voto de ekadasi.
   Una vez, en Madhuvana (Mathura), el gran emperador Maharaja Ambarisa seguía el ayuno de maha-dvadasi. En ciertas ocasiones, el día de Ekadasi se celebra al día siguiente, al cual se le llama maha-dvadasi. Estuvo sin beber ni dormir, absorto día y noche cantando, recordando, sirviendo a las Deidades, y orando. A la mañana siguiente, tras hacer su adoración a Krishna, y cuando estaba a punto de romper su ayuno, Durvasa Muni se presentó a palacio. Durvasa parecía un semidiós, un brahmavadi autorealizado, pero no seguía dicho ayuno. Maharaja Ambarisa le pidió que rompiera el ayuno de Ekadasi tomando maha-dvadasi-parana, tras lo cual él tomaría prasada también. 
   —De acuerdo —dijo Durvasa—. Pero antes me daré un baño en el Yamuna. No tardaré."
   Durvasa se demoraba demasiado, y, por eso, cuando apenas faltaban unos minutos para que expirara el tiempo auspicioso para romper el ayuno de Ekadasi, Maharaja Ambarisa se dijo: "Ha venido a mi casa un brahmán-rsi, un siddha maha-yogi. No es una persona ordinaria y debo brindarle mis respetos ofreciéndole maha-prasadam antes de que yo lo pruebe. Si no lo hago estaré desobedeciendo las reglas de la cultura india y puede que me vaya al infierno por eso. Por el otro lado, debo observar mi voto de Ekadasi, el cual no es una actividad mundana, sino trascendental, y si no lo hago tomando maha-prasada en el momento correcto, podría perder mi bhakti. ¿Debo honrar al brahmán o al bhakti?"
  Tras considerarlo detenidamente, eligió honrar a bhakti. "No puedo actuar de ninguna manera en contra de bhakti. Aunque tuviera que perder algún bien material o incluso irme al infierno, no faltaré el respeto a Ekadasi". Entonces rompió el ayuno en el momento señalado bebiendo una gota del agua (charanamrita) que había sido utilizada para adorar a Krishna.
  Si alguien sigue ekadasi sin tomar ni zumos ni agua, puede romper el ayuno tomando charanamrita; pero si ha tomado agua, fruta, zumo, leche o verdura, debe romper ekadasi tomando algún alimento que contenga grano; de otro modo Ekadasi no sería completo. Maharaja Ambarisa concluyó: "No he tomado agua siquiera durante Ekadasi, de modo que puedo tomar charanamrita, y al no tomar granos también estaré respetando al brahmán".
   En el momento en que tomaba una gota de charanamrita, Durvasa Muni regresó y, al verlo, le dijo: 
   —No eres un verdadero bhakta. Yo soy un brahmán perfecto, un siddha; ya conoces mis orígenes. Sabes que tengo grandes poderes y, a pesar de todo, te has atrevido a faltarme el respeto. Ahora mismo te reduciré a cenizas. Diciendo esto, se cortó un rizo del cabello, lo tiró al suelo y le ordenó que se transformara en una hoguera. Un instante después apareció allí mismo el demonio del fuego y se dirigió a Maharaja Ambarisa con intención de hacerlo arder en llamas; en ese momento se manifestó el chakra Sudarsana. Krishna había ordenado a Su arma, el disco chakra, que protegiera siempre a los vaisnavas, las personas que se han refugiado en Él. Sudarsana destruyó al demonio del fuego y, acto seguido, se dirigió a Durvasa Muni, que salió corriendo despavorido: —¡Auxilio! ¡Auxilio! —gritó.
   Cuando el demonio del fuego se había acercado a Maharaja Ambarisa, éste siguió cantando y no sentía miedo. Él pensaba: "Mi vida y todo lo que pueda ocurrirme dependen solo de Krishna". Él dependía por completo de Krishna, y por eso el chakra del Señor lo salvó. Pero Durvasa Muni, a pesar de ser un brahmán poderoso y un yogi autorealizado, tuvo miedo de la muerte y huyó. Primero intentó refugiarse en su padre, el Señor Siva, pero al verlo acercarse, éste le dijo: 
   —No vengas aquí. Vete de aquí. Sé por qué estás huyendo. Estás metido en este aprieto porque tú le faltaste el respeto a un vaisnava. Yo sé cuán influyente son los vaisnavas y jamás se me ocurrirá ofenderlos. Si te protejo, Sudarsana me atacará a mí también.
   Entonces Durvasa Muni se dirigió al Señor Brahma, el cual se negó también a prestarle ayuda. Finalmente, fue donde se encontraba el Señor Visnu y le oró: 
   —¡Oh, Visnu! Sálvame de Tu arma. Por favor, dame refugio a Tus pies de loto.
  —No tengo el poder de darte protección —respondió el Señor Visnu—. No tengo libertad. Estoy subordinado a Mis bhaktas. Ellos Me han dado su corazón y Yo les he dado el Mío, de modo que no soy independiente de Mis devotos.
   Sri bhagavan uvacha:

aham bhakta-paradhino, hy asvatantra iva dvija
sadhubhir grasta-hrdayo, bhaktair bhakta-jana-priyah

La Suprema Personalidad de Dios dijo al brahmán: "Yo dependo por completo de Mis devotos. En verdad, no tengo la menor independencia. Como ellos están totalmente libres de deseos materiales, Yo me sitúo en lo más profundo de sus corazones. Y, ¿qué decir de Mi devoto, si hasta los devotos de Mi devoto Me son muy queridos?" (Bhag. 9.4.63)

   Cuando uno tiene alguna espina en el pie, esta espina no puede ser quitada por la cabeza; no hay más remedio que sacarla del pie. Así, el Señor Visnu dijo: "Los vaisnavas lo son todo para Mí. He hecho el voto de protegerlos. Si deseas salvarte, debes acudir a Maharaja Ambarisa. No lo consideres como un hombre casado cualquiera o como otro monarca más. Él no es una persona ordinaria, él es Mi querido devoto. Ofrécele reverencias. Él es también muy querido a Mis devotos."
   Las personas mundanas piensan: "Soy culto, rico y poderoso, mientras que esos falsos vaisnavas son unos inútiles que no hacen más que cantar Hare Krishna." No se comporten de este modo. Vuélvanse sinceros vaisnavas de verdad y  entonces Krishna les protegerá y les otorgará krishna-prema".
   Bajo la orden del Señor, Durvasa Rsi volvió de inmediato ante Maharaja Ambarisa y le suplicó: "Por favor, sálvame del chakra Sudarsana. Su fuego me está quemando." Entonces Ambarisa oró: "¡Oh, Prabhu! ¡Oh, Señor! Si alguna vez he realizado servicio devocional, entonces por favor, salva a este brahmán." Tan pronto fueron pronunciadas estas palabras que el chakra se enfrió y volvió a Su amo, el Señor Visnu.
   Desde que Durvasa Muni había empezado a huir del arma del Señor un año antes, Maharaja Ambarisa no había comido nada. Cuando Durvasa Muni llegó finalmente donde Maharaja Ambarisa, el rey se disculpó lleno de humildad: —Yo no soy nada; no tengo ni devoción. Te he desobedecido y faltado al respeto al romper mi ayuno.
   Entonces Durvasa Muni cayó a los pies de loto de Maharaja Ambarisa quien le dio un abrazo. Maharaja Ambarisa le pidió que fuera misericordioso y que tomara maha-prasada. Durvasa entonces le confió su nueva realización, —Krishna ha otorgado todo Su poder a los vaisnavas —dijo—, pero ellos ocultan este hecho y `engañan' a los demás actuando como personas caídas. Trinad api sunichena. Aunque son poderosos, también son sumisos, generosos y educados. Contento, Durvasa Muni tomó el maha-prasada y luego Maharaja Ambarisa también tomó prasadam junto con toda su familia.
   Mis discípulos deben ser así; deben ser humildes y tener fe firme en el servicio devocional a Sri Krishna y a Ekadasi. Podemos dar nuestra cabeza, nuestra vida y alma para observar Ekadasi. Ekadasi es la madre del prema-bhakti y ella nos protegerá. 
   Srila Bhaktivinoda Thakura ha escrito: madhava tithi, bhakti janani, jatane palana koriEkadasi es madhava-tithi Krsna en persona. Los días sagrados como el de Ekadasi son la madre de prema-bhakti.
   Debemos intentar seguirlo de la forma más pura posible, no comiendo ni bebiendo muchas veces al día. Si pueden, obsérvenlo sin beber agua siquiera (nirjala) o si esto no es posible tomando solo un poco de prasada una vez al día. Muchas personas mayores aunque estén delgadas pueden seguir el ayuno de Ekadasi-nirjala, ¿porqué no iban a poder seguirlo ustedes que son jóvenes y fuertes? Deben intentar seguirlo como lo he mencionado. Pero, si ayunando se marean y se quedan dormidos, de poco les servirá. Estos días tan especiales procuren recordar a Krishna, asóciense con vaisnavas, lean las Escrituras y ofrezcan oraciones día y noche tales como:

he krishna karuna sindhu dina bandho jagat pate
gopesa gopika kanta radha kanta namo `stu te

¡Oh, mi querido Krishna!. Tú eres el océano de misericordia, el amigo de los afligidos, la fuente de la creación y el maestro de los gopas. Tú eres gopi-kanta, el amado de las gopis y por encima de todo eres Radha-kanta, el amante de Radharani. A Ti Te ofrezco mis respetuosas reverencias.

  Respetar el día de Ekadasi otorga más potencia espiritual que el brahma-jñana (el conocimiento del aspecto impersonal de Dios) y el brahma-yoga-samadhi (la meditación en dicho aspecto impersonal).

¡Gaura Premanande!




Fuente: Madhava-tithi, The Mother Of Prema-bhakti

© Pinnacle of Devotion - Equipo editorial Publicaciones Gaudiya Vedanta

Traducción: Vrindavanesvari dasi


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